Tordesillas, Valladolid
MUELAS Y ASPAS DE CARRECASTRO O LA FUSIÓN EN UN CERRO
Entre Tordesillas y Velilla se erige un monumento moderno a la convivencia entre pasado y presente, Carrecastro, un cerro y un parque eólico forman un encuentro fortuito entre la energía eólica y el legado arqueológico.
Cuando se produce un hallazgo valioso por casualidad lo llamamos serendipia. Algo similar, llamado Carrecastro, ocurrió cuando la empresa Renantis (1) planificó construir un parque eólico en una colina vallisoletana. Se sabía de la existencia de restos arqueológicos de la Edad del Bronce por lo que ayuntamiento y empresa acordaron excavar el yacimiento antes de instalar los aerogeneradores. Hoy en día, el importante yacimiento arqueológico convive con un parque eólico, con campos de cultivo y lo visitan cicloturistas, paseantes y vecinos.
En este yacimiento aparecieron enterramientos humanos y de animales, vajillas, piezas de metal y molinos de cereal
El páramo testigo
El parque eólico se construyó sobre un páramo testigo llamado Carrecastro que significa camino del castro. Con el paso de millones de años esta colina se fue aislando de los Montes Torozos, dejando paso al río Duero por la vega y a la Cañada Real Leonesa Occidental por el flanco oriental del cerro, una ruta natural y camino ganadero desde tiempos prehistóricos.
Primero piqueta y pincel
La labor comenzó con la coordinación entre los equipos de expertos en arqueología, uno de la Universidad de Valladolid, dirigido por el catedrático de Prehistoria Germán Delibes (2), y el otro de la empresa Patrimonio Global (3), coordinado por Ángel Palomino Lázaro. Sumaron sus conocimientos y piqueta en mano se propusieron saber más sobre uno de los yacimientos más emblemáticos de la cultura Cogotas.
Durante los trabajos arqueológicos sacaron a la luz enterramientos humanos y de animales domésticos, vajillas de cerámica, lingotes y piezas de metal y unos curiosos molinos de piedra para moler cereal.
¿QUIÉNES ERAN LAS GENTES COGOTAS?
El nombre de la cultura Cogotas proviene de las excavaciones del cerro Las Cogotas de Ávila realizadas por Juan Cabré en 1920. El mayor especialista de Cogotas, Germán Delibes de Castro, afirma que gracias a los estudios de Carrecastro hoy existe más información sobre lo que fue aquel grupo humano.
Las gentes Cogotas destruían sus cabañas de manera sistemática y ritual cuando se trasladaban a otro lugar, no tenían cementerios como los actuales, se han encontrado restos humanos en hoyos por lo que se supone que formaba parte de sus ritos de despedida.
Cultivaban trigo y cebada, eran ganaderos y practicaban la metalurgia con aleaciones de cobre y estaño propio de finales de la Edad del Bronce. Transportaban los materiales, metales, molinos de granito o cerámicas desde lugares alejados más de 100 kilómetros de Carrecastro.
Entre las cerámicas aparecidas hay algunas con decoraciones como las de Boquique (5), que es una secuencia de punto y raya con relleno de pasta blanca, un dibujo característico de las vasijas de la cueva de Boquique, en Plasencia (Cáceres).
La riqueza arqueológica del yacimiento de Carrecastro obligó a replantear el número de elementos del parque reduciendo de 8 aerogeneradores a 4, cumpliendo así el compromiso acordado de protección del yacimiento.
Carrecastro fue un lugar de agregación e intercambio entre los grupos del entorno
Cerámica de “boquique”
José Manuel Benito Álvarez, CC BY-SA 2.5 | Via Wikimedia Commons
¿Qué fue Carrecastro?
Según explica Ángel Palomino, director de Arqueología y Proyectos de Patrimonio Global: “A partir de los trabajos de excavación del terreno pensamos que se trataba de un lugar de agregación, donde se reunían los grupos del entorno para formalizar sus pactos, para reforzar sus lazos de sociabilidad y también donde realizaban sus conmemoraciones y festividades. Además, fue un lugar de intercambio y de redistribución de productos de otros lugares, se ha encontrado cobre traído de la mina asturiana del Milagro, los molinos de granito procedentes de la frontera entre Zamora y Salamanca o cerámica del occidente zamorano”.
Ángel Palomino | Director de la excavación | Patrimonio Global
Trabajar en mi pueblo
Elena Molina y Ángel Palomino, arqueólogos de Patrimonio Global
Veía una oportunidad para el yacimiento que no se podía dejar escapar
Elena Molina es una arqueóloga de Patrimonio Global nacida en Tordesillas. Cuenta que tuvo la suerte de trabajar en la excavación, “Participé en alguna charla informativa cuando en 2017 se proyectó el parque. Entonces la gente no era partidaria, estaba preocupada por la destrucción del yacimiento arqueológico, pero les explicamos que todo se haría con el máximo cuidado. Como arqueóloga veía una oportunidad para el yacimiento que no se podía dejar escapar”.
Para los trabajos arqueológicos se contrataron alrededor de 20 personas de la zona que estuvieron durante los cuatro meses que duró la campaña. Elena recuerda cómo el contacto directo de los operarios con el terreno aumentó el vínculo con el castro: “de las personas que trabajaron, había mucha gente interesada, tras las sesiones informativas creció la aceptación en la población. Ahora los vecinos han hecho suyos los aerogeneradores y se preocupan cuando ven que alguno se ha parado”.
Como muestra del compromiso de la empresa energética se ha publicado una memoria sobre los hallazgos y estudios del castro con el título “Excavación en el yacimiento de Carrecastro (Tordesillas y Velilla)“ (6) escrito por Ángel L. Palomino Lázaro, Manuel Crespo Díez e Inés María Centeno Cea.
Imágenes 3D | Reconstrucción de vasijas cerámicas encontradas en las excavaciones: vaso trococónico y cuenco (1200 a.C) ©Héctor Fonseca | Patrimonio Global
Desde la alcaldía
Miguel Ángel Oliveira | alcalde de Tordesillas
Miguel Ángel tomó el testigo del parque eólico del anterior gobierno municipal, explica que “en Tordesillas la ciudadanía ha aceptado el parque y está contenta, hemos comprobado que además de recuperar un castro histórico de la Edad del Bronce producimos energía renovable”.
El regidor apuesta por las energías creadas a partir de los recursos inagotables de la naturaleza, “siempre con orden y bien estructurado, estamos obligados a trabajar con las energías renovables y a dar una solución de futuro a las necesidades energéticas y al mantenimiento de nuestro medio ambiente”, explica.
Miguel Ángel está muy satisfecho con la relación entre los equipos que han trabajado en el parque, “todo ha sido muy fácil, ha habido muy buena comunicación, tuvimos el compromiso de respetar el yacimiento y de dar a conocer los hallazgos y así ha sido; tanto la empresa energética como Patrimonio Global se han encargado de que el municipio conozca el valor que tiene Carrecastro. Ya no es un recurso turístico local, sino nacional e internacional”, concluye.
Muralla y Plaza Mayor | Tordesillas
Hubo un compromiso de respetar el yacimiento y dar a conocer los hallazgos y así ha sido
Ana y el Palenque Medieval
La convivencia entre la producción de energía limpia y la excavación del yacimiento de Carrecastro ha sido un acierto para la zona
Tordesillas recibe compensaciones económicas de la empresa energética, una parte de ellas va a la Asociación el Palenque Medieval, una organización que potencia el patrimonio del municipio y su comarca. Ana Serrador es la presidenta y compagina su trabajo oficial de las mañanas con las tardes dedicadas a la asociación.
Ana Serrador | Pta. Asociación El Palenque Medieval de Tordesillas
Ana, ¿nos podrías contar cómo distribuyes la financiación que recibes?
El Palenque Medieval es el vehículo que canaliza la aportación con la que realizamos numerosas actividades culturales (7). Se distribuye en toda la población, llega a todas las edades y ámbitos, colaboramos con otras asociaciones de la comarca.
Además de las asociaciones ¿Hay otras entidades beneficiarias?
Sí, colaboramos con la Universidad de Valladolid a través del Centro Tordesillas de Relaciones con Iberoamérica (8), cuya sede está en la Casa del Tratado, también hemos organizado ciclos de conferencias, un congreso de nanotecnología y otro de matemáticos de Brasil, Portugal y España, entre otros actos.
También recuperáis tradiciones perdidas en declive.
Sí, estamos trabajando con Bruselas para conservar el encaje medieval.
Habéis rescatado tradiciones de Tordesillas casi desaparecidas como la oblada. ¿Podrías contarnos en qué consiste?
La oblada es una fiesta para los niños y niñas que celebramos el Día de Difuntos. Cocemos un pan de aceite que rellenamos de salchichas o de dulce de sandía que comían los niños en la puerta del cementerio mientras esperaban a que volvieran los mayores.
¿Y qué otras actividades realizáis?
Este año hemos colaborado con el AMPA del colegio público para la creación de un programa de radio sobre medio ambiente, quedaron en el segundo puesto del concurso nacional. De la misma manera, apoyamos al grupo de Teatro Pandora, a concursos de faroles, de fotografía o a promocionar a jóvenes deportistas de la zona.
La población sabe que la aportación que recibe Tordesillas y comarca viene del parque eólico. Para participar no se hace ningún tipo de distinción, solamente hay tres temas que no se pueden tocar; que son la religión, la política y los toros.
¿Cuál es tu opinión sobre la energía eólica?
A mí me parece que al tratarse de energía limpia se explica por sí sola, y si sumamos que se ha podido excavar Carrecastro, pues ha resultado ser una buena conjunción. Además, repercute en la población a través de la financiación. Yo estoy encantada de que Renantis siga en Tordesillas confiando en el Palenque Medieval.
En la piscina
El calor de Tordesillas de principios de julio nos lleva a la piscina, allí encontramos a nuestros siguientes protagonistas, como Mateo Rodríguez, que trabaja en el control de la entrada. Nos cuenta sobre el parque: “sí, claro que lo conozco, he subido muchas veces en bici y andando con mis amigos. El parque eólico está muy bien situado, desde arriba se ve todo. Además, en el instituto nos han dado charlas sobre lo que han encontrado en el cerro y que las piezas las están estudiando en Valladolid. Creo que en el futuro van a hacer un museo virtual con todo lo que han descubierto”.
Sobre el césped juegan a las cartas tres adolescentes, Elia, Elena y Daniela, no paran de reírse. Una de ellas cuenta: “me gustó Carrecastro cuando visité el parque con mi familia, me pareció que el aire allí arriba era más limpio”. Otra apunta: ”además, es la energía del aire la que mueve el molino, ¿no?, entonces es energía limpia, es una suerte que lo hayan puesto aquí”.
Los pequeños arqueólogos
Pablo Frías y Víctor Reguera | Tordesillas
Pablo Frías y Víctor Reguera dejan un momento sus juegos acuáticos para contarnos lo que saben de Carrecastro. Estos dos amigos de Tordesillas hablan de lo que aprendieron sobre las excavaciones en una charla en el colegio. Saben que allí vivieron personas que realizaban rituales con animales, porque han aparecido los huesos en los hoyos excavados en la roca, también que comerciaban con sus productos, practicaban el trueque y que tenían vajillas y puntas de lanza que fundían allí mismo.
Carrecastro es un bien de la sociedad
Al conversar con los habitantes de Tordesillas se comprueba que tienen interiorizada la convivencia del parque eólico y el castro, que son compatibles e incluso que el páramo ahora tiene más valor.
A la misma conclusión, desde un punto de vista académico, llega el arqueólogo Ángel Palomino, convencido de que los trabajos y estudios arqueológicos han contribuido a convertir Carrecastro en un referente más allá de su comunidad autónoma, porque ahora es un bien que pertenece a la sociedad.
PARQUE EÓLICO CARRECASTRO
Puesta en marcha: 2020
Empresa: Renantis
Potencia: 10 MW
Número de aerogeneradores: 4
Municipios: Tordesillas y Velilla, Valladolid