Puebla de Guzmán, Huelva
RENOVANDO HORIZONTES
La región del Andévalo Occidental, donde las minas de cobre, piritas e incluso oro en la época romana impulsaron la economía, mantiene hoy en día un equilibrio entre las energías renovables, la ganadería y la agricultura. Nuestra travesía nos lleva a Las Herrerías y a Puebla de Guzmán, donde conocemos a su gente, de espíritu laborioso y hospitalario, que dan vitalidad a esta tierra de contrastes y arraigadas tradiciones.
Parque eólico Adévalo | Puebla de Guzmán | Huelva
Un parque enorme
Las calles de El Almendro se iluminan con el sol del amanecer, el cielo de febrero es azul y el aire fresco, los escolares caminan con sus mochilas, mujeres y hombres se dirigen a sus quehaceres diarios. Nuestro destino de hoy es visitar el complejo eólico de El Andévalo, cerca de Puebla de Guzmán en Huelva, uno de los mayores de energía eólica terrestre de Europa.
Al entrar por el desvío de la carretera vemos a Emilio Gámez, responsable de O&M de Iberdrola Renovables en Huelva, que abre la cancela y tomamos la pista hasta las oficinas donde su equipo controla el funcionamiento de los ocho parques eólicos de Iberdrola (1). Los trabajadores atentos a sus monitores hacen una pausa para explicar las singularidades de los parques, las potencias, las medidas de seguridad y el día a día en este recinto.
Equipo del complejo El Andévalo: Benito Carrasco, Juan F. Alcaide, Emilio Gámez, Marcos Bellerín y Domingo J. Márquez
A vista de pájaro
Ocho parques eólicos | Voz de Emilio Gámez | El Andévalo (Huelva)
La extensión de los parques es tan inmensa que Emilio Gámez y su compañero Benito Carrasco nos proponen subir hasta un mirador para que nos hagamos una idea de las dimensiones. Desde un enorme macizo rocoso, donde se encuentra el santuario de la Virgen de la Peña, se otean hileras de molinos entre llanuras, dehesas y lomas bajo una fina capa de niebla.
“Los parques que veis alrededor”, explica Emilio, “suministran electricidad a 140 000 hogares anualmente, contribuyen a la protección del medio ambiente porque evitan la emisión de medio millón de toneladas de CO2 al año”.
Su compañero Benito sonriente confiesa que está contento con su profesión, “trabajar en esta subestación me ha permitido regresar a mi tierra natal, que es Puebla de Guzmán, aquí he formado una familia y puedo disfrutar de mi gente. Ahora ya no, pero cuando era más joven bailaba en la Danza de Espadas durante la romería de la Virgen de la Peña que celebramos todos los años”, recuerda con alegría.
Benito Guijarro y Emilio Gámez | Técnicos del parque | Puebla de Guzmán | Huelva
José Antonio Gonzálvez llamando a las ovejas | Puebla de Guzmán | Huelva
Tir – tir – tirrr
Antes de volver a la subestación Emilio y Benito nos acompañan a la granja de Cristina Eduardo y José Antonio Gonzálvez, un matrimonio residente en Puebla de Guzmán que pasa los días felices trabajando entre balidos, cabras y chivitas. Cuentan que se dedican a la ganadería extensiva desde siempre, tienen 400 ovejas de raza Merina (2) y 800 cabras de raza Negra Serrana (3) cruzadas con Florida (4).
La loma del monte está cuajada de cajas de colores donde viven las cabras con sus chivitos recién nacidos, “los chiquitos se guarecen en las cajas y salen cuando quieren mamar. Son de producción mixta, para que den leche y también sirvan para carne”, explica Cristina que acaba de salir del cuarto de ordeño.
José Antonio echa el brazo sobre los hombros de Cristina mientras habla de sus hijos, “tenemos dos varones y una niña que han estado con nosotros trabajando hasta hace un par de años. Ahora se han independizado en busca de otro tipo de profesión, porque, la verdad, esto es muy bonito pero muy sacrificado, no tenemos días de fiesta, ni vacaciones, no hay descanso de ningún tipo. Ellos querían otro tipo de vida y han decidido hacerla diferente a la nuestra. Nos hemos quedado nosotros dos aquí y aquí estamos luchando”.
Queremos ver al rebaño de ovejas que está pastando al pie de los aerogeneradores en
la finca El Centenar. José Antonio las llama
“tirrr-tirrr-tirrr”, al oírle se acercan corriendo a comer el pienso que va dispersando mientras camina, desde el remolque del coche los dos perros dormitan impasibles.
El trabajo de ganadero es muy bonito, pero muy sacrificado, no tenemos días de fiesta, ni vacaciones
José Antonio y Cristina | Puebla de Guzmán (Huelva)
José Antonio, ¿Cómo es tu trabajo?
Aquí vamos luchando, es muy sacrificado. Lo hemos hecho toda la vida. Es mi trabajo y también mi hobby, pero sin Cristina no sería capaz de seguir adelante. Es un privilegio trabajar en lo que te gusta.
¿Cómo se lleva tu ganado con los molinos?
Míralas, ni se enteran de que
están al lado, ellas van a lo suyo, están acostumbradas. Además, a mí me parece bien todo lo que se pueda aprovechar que sea natural, beneficioso para el medio ambiente, para la biodiversidad, y que se pueda compaginar con la ganadería y la agricultura.
Me parece bien todo lo que se puede aprovechar que sea natural, beneficioso para el medio ambiente y para la biodiversidad
LA GANADERÍA SILVOPASTORIL
La ganadería silvopastoril es el conjunto de sistemas
de explotación ganadera en extensivo que aprovecha eficientemente los recursos del territorio, como son agua, pastos, árboles y matorral, compatibilizan la producción con la sostenibilidad y generan servicios ambientales y sociales.
Las ganaderías, generalmente razas autóctonas adaptadas al territorio, favorecen la conservación y el mantenimiento de los paisajes naturales, la regulación del ciclo hidrológico, la conservación natural de los suelos y la biodiversidad, además de ofrecer productos de calidad y contribuir a mantener el patrimonio cultural y la identidad territorial.
Las mineras de hoy
Nos acercamos al pueblo de Las Herrerías para conocer a Antonia Ojeda, más conocida por Tona. Es una mujer activa, simpática y resuelta que no ha dudado un momento en movilizar a una docena de personas para que escuchemos sus experiencias.
El grupo lo forman miembros de las asociaciones de Mujeres de Las Herrerías y de Puebla de Guzmán, también han acudido de Cáritas y de la Asociación Cultural El Foco. Juntas trabajan para mantener viva la memoria y la vida social y cultural de estos pueblos, con numerosas actividades para todas las edades, residentes y veraneantes, siempre en coordinación con el ayuntamiento de Puebla de Guzmán.
Como el sol aún calienta y se está muy bien en la plaza, sacamos las sillas del centro cívico para charlar y escuchar los interesantes testimonios de vidas e infancias junto a la mina.
Se suceden emotivas anécdotas de solidaridad en los tiempos mineros, cuando el Pozo San Carlos (5) estaba en plena actividad. Relatan los actos de apoyo mutuo durante los momentos más difíciles, recuerdan las carencias de su infancia en aquellos años y destacan cómo, desde temprana edad, absorbían las lecciones de sus mayores.
Trinidad, Juana, Peña, Esteban, Manoli, Coronada, Ester, Tona, Manuel, Luisa, Manuel y Rosa | Vecinas de Las Herrerías y Puebla de Guzmán | Huelva
Comentan la cantidad de gente que venía de otras poblaciones a trabajar a Las Herrerías, unos en burro, otros en bicicleta, y cómo en 1950 Puebla de Guzmán tenía 6500 habitantes y se fue apagando al cesar la explotación minera.
Afirman que la fuerza de la unión y la solidaridad que corre por sus venas es por el orgullo minero heredado, lo que les da fuerza en busca de la mejora de sus pueblos, del disfrute de sus fiestas y actos que organizan para toda la población. “Quizá seamos así porque nos gusta relacionarnos con la gente, nos gusta cooperar y estar donde se nos necesita, y además, porque como dice Tere, somos mineros y lo llevamos en la sangre”, apunta una de las mujeres.
Las asociaciones van poco a poco consiguiendo sus objetivos, contemplan restaurar antiguos edificios y acondicionar locales, para lo que buscan ayudas por todas partes. También cuentan cómo aprovechan la miel que les dona la empresa energética, repartiéndola entre familias o elaborando dulces tradicionales que regalan en el mercadillo navideño.
Recuerdan con nostalgia el ferrocarril del Guadiana (6), un trayecto de treinta y un kilómetros que partía de Las Herrerías cargado de mineral hasta el Puerto de la Laja, para embarcarlo en el río Guadalquivir hacia otros destinos. Parte del antiguo trazado es hoy en día una senda de ocio conocida como el Camino Natural de la Mina de Las Herrerías al Puerto de La Laja (7).
Tras la interesante conversación con el grupo,
nos despedimos dando un paseo por las antiguas instalaciones mineras, visitamos el campo de fútbol construido por los propios mineros. Nos acercamos a los edificios deteriorados por el paso del tiempo como el antiguo economato, las escuelas y el malacate recuperado de la mina Cabeza de Pasto, que consiste en una torre de hierro que daba acceso a la bocamina por donde subían y bajaban los mineros y sacaban el mineral y el agua.
Una salida a la crisis
El parque eólico destaca el compromiso de nuestro municipio con las energías renovables
En opinión del alcalde, la instalación de proyectos de energías renovables ha colaborado a que la población pueda recuperar en alguna medida su autoestima, y está seguro de que la concatenación de unos proyectos con otros traerá más actividad económica y una esperanza de futuro a la población.
También el alcalde de Puebla de Guzmán, Antonio Beltrán, menciona aquellos años de mediados del siglo XX cuando comenzó el declive de la minería en la comarca, la pérdida de puestos de trabajo y la migración a las ciudades. Reseña los años previos al cierre de la mina, cuando se abandonaron las prácticas ganaderas silvopastoriles, circunstancias ambas que sumieron a la comarca en una grave crisis económica y social, quedando una población de 3000 habitantes de los 9000 que llegaron a ser en los momentos más prósperos.
Antonio Beltrán | Alcalde de Puebla de Guzmán | Huelva
“Afortunadamente”, continua Antonio, “en la primera década del año 2000 se proyectó la construcción de un extenso parque eólico en la zona, coyuntura que sirvió para destacar el compromiso de nuestro municipio con las energías renovables y todos los beneficios asociados, como la captura de CO2 y la mitigación del cambio climático, además de contribuir a revitalizar el sector industrial, generando empleo y oportunidades para la comunidad. Por ejemplo, este año la empresa eólica colabora con la Feria Ganadera de Puebla de Guzmán, además de colaborar puntualmente con los equipos de fútbol locales”.
Juan Gorostidi | Ingeniero de Montes de Agroforestal Acebo | Huelva
El control medioambiental
Hablamos con Juan Gorostidi entre la niebla que invade la dehesa. Es un ingeniero de Montes de Agroforestal Acebo, (8) una consultoría de ingeniería ambiental y forestal que trabaja para la energética en Andalucía desde hace muchos años.
Juan explica que han llevado a cabo proyectos de impacto ambiental, de restauración paisajística y de estudios de sinergias. Así mismo, han realizado el seguimiento en la fase de construcción y funcionamiento de los parques eólicos, “son trabajos externos de verificación ambiental y de supervisión para comprobar que se cumplan las regulaciones legales y ambientales exigidas por la normativa”.
“El complejo de El Andévalo es tan extenso como variado, algunas zonas se encuentran dentro de la Red Natura 2000 (9), donde se compatibilizan los usos tradicionales agrícolas, forestales y cinéticos con otros más recientes de regadíos agrícolas y de ganadería extensiva”, añade.
“Los proyectos eólicos son compatibles con las actividades y usos tradicionales de la comarca y la conservación de la Red Natura 2000”, detalla el técnico, “nos encontramos es una zona faunísticamente muy rica que alberga muchas especies tanto de aves como de mamíferos, reptiles y anfibios. Además, la incidencia sobre la avifauna es inferior a la esperada”.
Los eólicos son compatibles con los usos tradicionales de la comarca y la Red Natura 2000
Parque Eólico EL ANDÉVALO
Puesta en marcha: 2010
Empresa: Iberdrola Renovables
Potencia: 292 MW
Número de aerogeneradores:
Municipios: Puebla de Guzmán, El Almendro, Alosno y San Silvestre, Huelva